En un lugar llamado «Amor»

Cuando hablamos de amor, a priori, se cuela en nuestras mentes la imagen del amor romántico de peli americana. Quizás para construir cualquier tipo de relación de amor sólido o relación sana, tendríamos que empezar por el «Amor Propio».

La Rae en sus primeras deficiones contempla el amor (pincha encima y te llevará a la página de la Rae y sus definiones arcaicas) como algo recíproco que buscamos por no ser autosuficientes. What?

Ahí comenzamos con las conductas dependientes y de querer moldear, como si fueran de barro, a las personas que están en nuestras vidas. Lo peor es que son conductas aprendidas y que hemos normalizado. Pero tranquila, eso va a cambiar si es que no has empezado ya.

Cómo es posible que a estas alturas de la película aún este tipo de amor lo descubramos y lo trabajemos cuando nos hacemos mayores (que cada uno elija cuando eso ocurre). Nos damos cuenta de que existe a base de hacernos daño, de boicotearnos todo el rato, de sufrir, de desarrollar trastornos incluso…

Pues porque no nos han enseñado a hacernos responsables del amor. No, las culpas no están fuera, en cambio, la responsabilidad está dentro de tí. Somos pobres víctimas a las que los demás (balón fuera nuevamente y mucha ironía) nos tratan mal. Pero quienes no nos tratamos bien somos nosotras mismas durante años. Por eso es tan difícil cambiar esa perspectiva sin pensar que es egoísta, individualista o de personas poco sociales.

Nada más lejos de la realidad, eso es Salud Mental. Otro suspenso de nuestra Sociedad y de nuestro Sistema Educativo y de Salud. En eso sí somos víctimas. Pero ojo! Hasta que un día, o en varios, nos damos cuenta y entonces tomamos cartas en el asunto.

El amor propio se favorece de múltiples maneras pero la más básica es dedicándole tiempo. DedicándoTE tiempo. A indagar, a reflexionar, a probar, a pensar en nosotres. Tiempo de valor, no por encima, no de postureo. Que oye a veces nos sale y tampoco lo vamos a demonizar, si es que no nos influye negativamente y lo sabemos gestionar.

El amor eres tú. Cuando dedicas cuerpo y mente a crear esa autoestima, ese autoconociento, en profundidad, entonces sabrás de verdad quién eres y dónde están tus límites. Esos límites marcan las relaciones con los demás.

Qué no te gusta, qué no permitirías, qué si esperas de una relación del tipo que sea (amistad, de pareja, de familia…) sin expectativas (eso es otro tema a tratar bien largo, a modo tomo de enciclopedia). Un intercambio de tiempo sin juicios donde puedes compartir lo mejor de tí y a veces lo no tan bueno.

Aunque de este tema tendríamos que hacer un índice y empezar desde cero para quién lo pueda necesitar, aquí te dejo algunos de mis tips que me funcionan hace algunos años:

  1. Si empiezo a notar que no me siento cómoda, y me vuelve a la cabeza la idea de que no puedo ser yo, ahí me alejo.
  2. Si tengo que demostrar algo para encajar, ahí no es.
  3. Si siento que estoy haciendo algo por cumplir, por los «debo», entra el tema a reflexión. Cuando me relaciono con alguien de la manera que sea tendría que fluir, en el momento en que tengo que dar una respuesta o comportarme de una manera con la que no comulgo, ahí tampoco es.
  4. Si tengo que dejar de ser yo para gustar, NO ES!
  5. Si en relaciones cercanas o familiares te planteas que, si esa persona no fuera familiar o alguien cercano seguramente te caería mal y no te gustaría estar en su círculo, por qué hacerlo entonces. No estás juzgando, no es un… es que soy mejor que tú. Es un simple, no somos compatibles y hay más gente en el mundo con quien sí compartir.

En realidad es más sencillo de lo que parece. Cuando lo has trabajado por tiempo, desde que algo te chirría, te alejas. Por qué? Porque la vida es corta amiga y no hemos venido a mantener relaciones de amor del tipo que sea cuando no es por AMOR.

Y porque si el Amor Propio no entra en la ecuación…

Ya conoces la respuesta.

Y cómo saber si esas personas son las adecuadas. Mi mejor consejo para identificarlas: nunca te van a juzgar, no te van a intentar cambiar, ni van a creer que te conocen solo por la imagen que proyectas. En cambio serán asertivas y empáticas, se interesarán por tí y demostrarán gratitud por esa interacción.

Ahora bien, recuerda que es recíproco así que te toca hacer tu parte.

Feliz y amoroso día.

P.D: Hay muchos más tipos de amor, a la naturaleza por ejemplo. Pero eso en otra ocasión, besos!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *