Reflexiones de final de curso

Comienza mayo, queda un mes y medio para que finalicen las evaluaciones de los niñ@s. Empiezan las reflexiones de final de curso. Sería interesante hacer un ejercicio de conciencia sobre lo que se ha hecho o no, la implicación por parte de todos los contextos de los peques: familias, educadores, profesionales de la psicología/pedagogía, expertos en discapacidad etc. Una autoevaluación constructiva para mejorar nuestra práctica.

Se trata de valorar/reflexionar qué hicimos y qué se nos ha quedado en el tintero porque todos somos responsables en conjunto de los avances o no, de un niñ@ con Autismo, teniendo en cuenta que cada uno tiene sus posibilidades y ritmos de aprendizaje.

A continuación les expongo mi opinión. A ver qué les parece, les invito a participar. Sería interesante valorar otros puntos de vista. Les recuerdo que lo que se redacta en este post es mi opinión personal, mis percepciones y experiencias, lo cual no significa que todos los terapeutas pensemos igual ni nos surjan los mismos contratiempos.

A lo largo de este año he tenido varios conflictos sobretodo con personal docente de colegios públicos y concertados. Se supone que están tiempo esperando que el Equipo de TGD decida mediante formato informe qué hay que hacer con el alumn@. Cuando por fin lo tienen, se queda en eso, en un informe. (No siempre, por supuesto)


REFLEXIÓN SOBRE LA FUNCIÓN DE LOS PROFESIONALES DE LA SALUD MENTAL Y LA EDUCACIÓN

Importante a evitar o no querer escuchar más (por lo menos por mi parte):

  1. Que diga una maestra que no usa el correo electrónico ni ninguna red social para comunicarse porque le produce estrés. La función no es solo lúdica, ya que existen, démosle funcionalidad. Eso es no querer coordinarse y colaborar.
  2. Que diga un profesional de PT que el niñ@ no entiende y tiene problemas de conducta si ha sido incapaz de elaborar un PEP metodológico ni un guión social durante todo el curso cuando lo especifica el famoso y esperado informe de TGD.
  3. Que una maestra de aula enclave sugiera/recomiende que un/a alumn@ se escolarice en colegio específico cuando tiene un desarrollo fenomenal y cumple todos los requisitos para la inclusión. Salvo que tiene carácter, que no es lo mismo que mala conducta. Pero para esa persona no es cómodo porque le está dando mucho “trabajo”.
  4. Que un niñ@ esté esperando todo el tercer ciclo de primaria a que aparezca el Equipo de TGD a evaluarle porque necesita una adaptación curricular que no se está haciendo y esto le produzca mucha confusión, ansiedad y frustración.
  5. Que nos echen para atrás las agendas que tanto nos sirven para que los niños no solo planifiquen sino que nos cuenten y secuencien su día a día. A veces la respuesta es que no tienen función o que no están de acuerdo.
  6. Que digan que los protocolos de bullying son avisar a las familias y cambiar al alumno disruptivo de aula.
  7. Que convenzan a las familias de que la LOMCE dice que el niñ@ tiene que repetir cuando no es cierto y además afectando en este caso al área emocional.
  8. Que quieran un diagnóstico desde un colegio cuando es imposible categorizar en esa edad y momento del paciente para poder trabajar con él. Lo importante es valorar sus carencias y favorecer que mejore, no dar un nombre al problema.
  9. Que nos digan que tenemos que adaptarnos los centros privados a lo público cuando hacemos lo imposible y nos ponen muchas pegas.

Y así un sinfín de problemas que personalmente me ha tocado batallar a lo largo de este curso, expongo los que más me  han tocado de cerca.

El mensaje que quiero hacer llegar desde mi posición es que no somos mejores o peores. No pretendo dar lecciones a nadie, a mí me queda mucho por aprender. Pero quizás es más importante dejar el EGO a un lado y valorar qué necesita el alumn@. No se trata de ganar o perder, de quedar por encima, de tener la razón, sino de consensuar lo mejor para los niñ@s que tienen unas necesidades específicas y pasan muchas horas con nosotros.


REFLEXIÓN SOBRE LA LUCHA Y PODER DE VOZ DE LAS FAMILIAS. HAY QUE DARLE MÁS USO.

Hay que entender a las familias con un niñ@ con Autismo. Ponernos en su lugar, la famosa empatía, pero la de verdad. Ser sinceros, con asertividad.  Conocen a sus hij@s mejor que nadie y no debemos poner en tela de juicio lo que nos cuenten o pidan. Es su perspectiva, igual que nosotros los profesionales de diferentes ámbitos tenemos la nuestra.  Como familia aprovecharía vuestra voz y poder para pedir más, no sólo en los colegios sino también en los organismos públicos relacionados con la salud mental: diagnóstico, tratamiento y seguimiento.


REFLEXIONES CONMIGO MISMA. POR MI PARTE.

He aprendido que si algo no me gusta tendré que buscar soluciones desde lo más básico, no se puede cambiar el mundo pero sí poner un granito de arena. Que hay que insistir y no dejar pasar el tiempo. Utilizar todas las herramientas que tenemos disponibles, todos los recursos y si no crearlos. Me enfado muchísimo y a priori no utilizo esa emoción en positivo. Pensar en frío y con calma ayuda a organizar los pensamientos antes de buscar soluciones.

Con esto me refiero a denunciar en Educación la mala praxis, poner quejas, manifestarnos, luchar por los derechos en materia de sanidad y educación que es lo que nos compete y no quedarnos en que pudimos hacerlo pero lo dejamos pasar. Reunirnos las veces que hagan falta. Creo que la persona que tiene una plaza y es funcionari@ del Estado tiene la obligación de dar un buen servicio educativo a sus alumn@s y/o pacientes.

Si tanto costó conseguir la plaza que demuestre que lo vale. Se llama vocación, y muchos en este gremio NO la tienen. Esto vale también para el que trabaja en concertado o privado.  Y por supuesto pedirle al gobierno que le toque gobernar que atiendan esta área, porque si la educación en general en este país no funciona, se pueden imaginar cómo se da en materia de Educación Especial y Discapacidad.

Por otro lado y en positivo tengo que decir que hay muy buenos profesionales que colaboran incluso en su tiempo libre para coordinarse y formarse en pro a este campo. Felicidades y gracias por querer compartir con nuestro Mundo TEA.

2 respuestas a «Reflexiones de final de curso»

  1. Hola:

    Soy madre de un niño de 12 con diagnostico de asperger y me gustaría dar mi opinión personal, sobre todo acerca de los profesionales del mundo de la
    educación. Cabe decir que como en todos los sectores hay profesionales malos, regulares y buenos, pero lo que me he encontrado en general es mucha cobardía y corporativismo y pocas ganas de trabajar. Muchos docentes lo que quieren es hacer su jornada sin mayores complicaciones y salir pitando a las 13.30 del centro (no sea que haya un incendio y les coja dentro) y no nos engañemos, cualquier niño con NEE significa mas trabajo para ellos, un trabajo para el que en muchos casos no están preparados. Los equipos directivos, son burócratas sin corazón, mas preocupados por estar a bien con sus responsables que por el bienestar real de sus alumnos.

    Da la sensación de que el engranaje educativo solo se mueve en el caso de que las familias le den un «empujón» normalmente en forma de escrito oficial
    con sello de entrada por secretaría (las palabras, se las lleva el viento). En nuestro caso, el engranaje se puso en marcha a raiz de que con siete años presentamos en el colegio un informe de un centro privado con el diagnostico. Desde el equipo de orientación del centro se nos dijo que eran conscientes de las características del niño pero que no habían considerado necesario hacer informe y dar traslado al equipo de TGD porque «no existía desajuste» (¡¡¡tócate los… pies!!!). Con el informe presentado por nosotros, no les quedó mas remedio que hacer su trabajo. Reconozco que para mi todo aquello supuso un shock. Confiaba en el centro, tenia una relación buena y cercana con el equipo directivo y de orientación. Y me encontré con aquello. Lo pasé realmente mal en ese momento, me sentí maltratada institucionalmente y no encontraba explicación a porque, si desde el centro sospechaban que mi hijo podía tener un posible TEA, nunca dijeron nada. Llegue a pensar que era algún tipo de cuestión personal hacia mi. Ahora con el tiempo, conociendo mas como funciona el sistema, y conociendo mas historias como la mia, se que no había nada personal, tan solo desidia y pocas ganas de complicarse la existencia con otro «niño con informe». En cuanto al equipo de TGD, tardaron en venir a ver a mi hijo año y medio a partir de entregar nosotros el informe en el centro (como para una prisa, que dirían por mi pueblo). Por suerte mi hijo no ha necesitado nunca adaptación curricular. Entiendo que el equipo de TGD está desbordado, son muy poca gente para muchísimos centros.

    Tengo que decir que no todo está siendo malo en esta aventura. Me he encontrado también con gente estupenda que ha hecho todo lo posible para que mi hijo estuviese bien, profesor@s que han hecho lo posible por entender sus características. Este curso el equipo de orientación del centro cambió después de un montón de años y la persona que vino nos ha ayudado mucho en un año que ha sido muy complicado. Gente como esta te devuelve la fe en la raza humana (en el sistema educativo es casi imposible).

    Mi conclusión en cuanto al tema educativo es que las cosas no funcionan, unas veces por falta de recursos, pero muchas mas por falta de ganas. Si las familias no exigen, el centro no mueve ficha a no ser que el TEA sea muy evidente (no es así en nuestro caso ya que mi hijo es «muy funcional»). Y es una falta de responsabilidad y de profesionalidad, si sospechas que un niño puede tener ser un caso de TEA, mirar para otro lado y no hacer nada hasta
    que la familia te pide que lo valores. La atención temprana es fundamental. Hace que los niños avancen mas y se adapten mejor y da respuestas a
    familias que en la mayoría de los casos lo están pasando fatal.

    En cuanto a las familias, me gustaría decir que si no defendemos a nuestros hijos de unas instituciones que los maltratan y los ignoran y no exigimos sus derechos, nadie lo va a hacer por nosotros. Seamos incómodos.

    Decirte que me encanta tu blog. Eres una persona que habla con valentía sin miedo a parecer políticamente incorrecta ¡Enhorabuena!

  2. Buenos días.

    En primer lugar muchísimas gracias tanto por las felicitaciones como por tu participación. La idea de este blog es contar experiencias reales y que sea una plataforma para todos los involucrados, para expresarnos y seguir buscando fórmulas para el cambio.

    Como comentas, el sistema educativo funciona mal y la verdad es que me parece indignante que si alguien en un colegio, ve que un niño tiene algún tipo de problema o que pueda necesitar algún apoyo en particular, como no da «trabajo» a priori ni siquiera se avise a la familia. Es más común de lo parece. Como bien dices, eso implica más responsabilidades por su parte, y mucha gente está esperando su hora de fichar para sentir que por ese día ya cumplió.

    Me alegro que en tu caso, te estés encontrando con profesionales que quieran apoyar y darle la atención necesaria a tu hijo, ya sea que necesite mucha o poca lo importante es ver que los equipos de un colegio ponen de su parte. Hay mucha gente que sí se implica, quizás no toda la que nos gustaría.

    La atención temprana es indispensable y que las familias sigan exigiendo sus derechos y los de los niñ@s también, a pesar de los obstáculos. Espero que aunque ahora sea duro, sirva, entre otras cosas, para abrirle camino a las familias que vendrán detrás.

    Nuevamente muchas gracias por participar y contarnos tu experiencia. Desde aquí que te animo a seguir luchando. Como tú bien dices. Seamos incómodos. Hoy por hoy parece ser la herramienta que más nos funciona. 🙂

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *