Muchas familias piden consejo a los especialistas para saber cómo favorecer que sus hij@s sean más autónomos con sus tareas y tengan la suficiente seguridad para creer que son capaces de realizarlas sin ayuda. Que consigan ser niñ@s seguros e independientes.
Es cierto que en el paradigma de sociedad en el que vivimos sentimos que nos falta tiempo para dedicarles a los peques. En muchas ocasiones pasan más tiempo con sus abuel@s o cuidadores/as. Ahora que nombramos a los abuel@s, siempre que me preguntan, personalmente les digo, que aunque ellos pongan pautas y dediquen tiempo a sus niet@s, ellos ya criaron y educaron a sus hij@s.
Realmente su papel ahora es más bien el de consentir y mimar y resulta complejo. No estoy diciendo que haya que llevarlo a los extremos, pero sí que las figuras autoritarias deberían ser los padres y madres o responsables directos, de primera línea ascendente.
La aparición de nuevas tecnologías lo hace más difícil. Son juegos más llamativos y estimulantes que otros que podamos proponerles para compartir con herman@s y familia. Este tiempo (tabletas, ordenadores, maquinitas, televisión…) también tendría que ser controlado y medido. Así podríamos variar con los de toda la vida: las casitas, los coches, el escondite, los juegos de mesa etc.
La realidad es que con unas normas claras en casa que hay que cumplir sí o sí, negociar a priori y reforzar positivamente cuando sea el momento adecuado, tendremos las claves para conseguir niñ@s independientes y seguros. Además de responsables y respetuosos.
Demasiada permisión y sobreprotección a la vez (que se da en abundancia), genera que se aumenten los miedos y la creencia de que no son capaces de hacer muchas actividades sin refuerzo. O bien que es más fácil que nos resuelvan los adultos el problema y no se hacen responsables ni conscientes del mismo. Depende de la personalidad y necesidades de cada un@.
La madurez es distinta en cada niñ@ pero desde muy peques pueden tener pequeñas tareas y obligaciones en casa. Además pautas de comportamiento muy claras: de planificación, horarios etc. Esto facilitará que a medida que vayan creciendo les cueste menos organizar, por ejemplo sus tardes: de actividades extraescolares, deberes etc.
Por otro lado nos llegan muchas dudas sobre esas pequeñas responsabilidades que podemos ir dándoles poco a poco. Cuando educamos en el “no lo hagas porque…” “eso no…” “cuidado que…” creamos, sin ser conscientes, jóvenes inseguros que lo pasarán mal en su desarrollo por no sentirse «capaces de… » o bien asociarle un miedo a todo. Esto creará dependencias emocionales y problemas de baja autoestima.
Desde que tienen tres o cuatro años pueden ayudarnos en las tareas del hogar, llevar la ropa al cesto, poner la mesa con ayuda…así vamos mecanizando rutinas y deja de ser algo obligado para convertirse en una actividad diaria natural. Que no den por hecho que son los adultos los que tienen la obligación de hacerlo. A medida que avance el tiempo será más fácil que puedan planificar su tiempo de estudio, de juego, organizar las agendas escolares, recoger la habitación, hacer su cama… Para después cuando tengan un desarrollo y edad adecuada se incluyan: ir a por el pan o bajar la basura.
Los niñ@s se dan cuenta y manipulan las situaciones, actúan por contextos. Es un juego para ellos. Tendremos que observarlos y aprender de sus conductas. También tenemos que tener en cuenta que los niños hasta que no conocen las horas no son conscientes del tiempo como los adultos. Cinco minutos pueden ser una eternidad o lo opuesto.
Las normas en casa deben ser claras y en consenso, para que los niñ@s no anden de ruta buscando quien le permite o aprueba lo que quiere. Son muy listos. Recuerden que nosotr@s también fuimos pequeños y manipular era divertido.
También los problemas con la alimentación que se dan muchas veces es por falta de normas a la hora de las comidas. Establecer un lugar y un tiempo salvo ocasiones especiales, sin entretenimientos. Ese espacio es para pensar en lo que estamos comiendo, disfrutarlo y compartirlo, bien con la familia o con los compis en los comedores escolares.
Se come en la mesa de la cocina o de comedor, con una postura corporal adecuada, sin televisiones, ni tableta, ni videojuegos. Tiene que haber un tiempo estimado, sino se cumple retiramos plato pero entonces no podemos premiar con lo que le gusta en la merienda.
Si quieren algo que les cueste conseguirlo, no es un sacrificio es una responsabilidad, que vean que cuesta tener cosas y que reconozcan el trabajo que hacemos los mayores.
Para ampliar toda esta información: modificación de conducta, adquisición de tareas, miedos y fobias, alimentación etc. Necesitaremos más post. Es mucha información aunque muy clara y fácil de aplicar. Trataremos de ir desglosando el que hoy publicamos para ampliar las herramientas necesarias para favorecer la seguridad e independencia de nuestros infantes.