Con motivo del «Día Mundial de concienciación sobre el Autismo» queremos hacer la petición, y creo que hablo por muchas familias y profesionales, de que este lema propuesto se dé de verdad. “INCLUSIÓN, TOLERANCIA Y RESPETO”
Si queremos que sea una realidad la “inclusión, tolerancia y respeto” primero debemos empezar por solicitar cambios en las leyes educativas, de discapacidad y del menor. Hoy por hoy nos han demostrado que sus protocolos no siempre funcionan o son demasiado estándar.
Por ejemplo, una adaptación curricular donde se cambian tres datos en el mismo documento que tiene otro alumn@ no puede ser suficiente para explicar lo que ese alumn@ en particular necesita. Siguen siendo meros protocolos burocráticos.
También la intervención cuando ocurre un caso de acoso escolar, siempre que nos demos cuenta a tiempo. El sistema no contempla todas las pautas y herramientas necesarias, desde mi punto de vista, para solucionar el problema.
Además de que falta formación en todos los ámbitos: educación, sanidad etc. Podríamos enumerar muchas cosas que no se están haciendo bien.
- Si queremos verdadera INCLUSIÓN, hay que elaborar documentos y preparar al profesional de los centros escolares para que sepa “incluirlo” de forma adecuada al aula. No me gusta esta palabra, porque debería ser uno más y ya está, sin diferencias y/o dificultades más allá de las que todos tenemos. Una ordenanza o protocolo no son suficientes.
- Si queremos verdadera TOLERANCIA, tanto en casa como en el colegio tenemos que inculcarles desde pequeños las diferencias y el respeto a estas. Porque todos somos diferentes. A respetar y no ningunear o hacer sentir menos por tener una discapacidad o el simple hecho de ser diferente. Actuar con los niñ@s con naturalidad, explicar los diagnósticos, enseñarles a comunicarse y entender a aquellos compañeros/as, que en este caso, tienen autismo. Y digo desde el colegio para tener en cuenta más educación emocional y menos contenidos de asignaturas. Y también digo en casa porque los niños muchas veces repiten lo que escuchan y para los profesionales que lo vivimos no es agradable porque sabemos de dónde viene ese aprendizaje.
- Si queremos verdadero RESPETO, tenemos que empezar por hacerlo los adultos. A veces nos cuesta respetarnos y queremos que nuestros peques y jóvenes tengan un comportamiento ejemplar. Que tengan razones para copiar esos comportamientos.
En definitiva, que el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo no se quede en un lema o evento. Que luchemos para que sea una realidad. Se hace desde muchos organismos desde hace mucho tiempo pero nos falta camino por recorrer.